Se podría decir que la mitad de los problemas que afectan a una computadora están relacionados con el software. La otra mitad es culpa de algún dispositivo de hardware dañado, mal configurado, incompatible, deficientemente refrigerado o que no cumple con los requerimientos mínimos para funcionar normalmente.
A continuación listaremos las diferentes clases de fallas, sus causas y los distintos métodos para llegar a su solución.
Uno de los tipos de fallas más frecuentes en los equipos. Sus efectos nos pueden hacer perder horas de trabajo si no guardamos los cambios que vamos realizando en nuestro procesador de textos, planilla de cálculos o aplicaciones de cualquier tipo.
Estos problemas se manifiestan de varios modos:
• Pantallas azules (BSOD)
• Mensajes de error
• Cierre inesperado de aplicaciones
• Congelamiento del equipo
• Reinicio espontáneo de la PC
Las causas –del apartado hardware– también son diversas:
• Módulos de memoria incompatibles o dañados
• Temperatura excesiva del procesador
• Temperatura excesiva del disco duro
• Temperatura excesiva de la placa de video
• Temperatura excesiva del Northbridge o Southbridge
• Motherboard defectuoso
• Memoria caché L1 o L2 dañada
Uno de los peores problemas con los que se puede encontrar un usuario o técnico es una falla por incompatibilidad. Suelen ser casos aún más complejos que los de arranque o inestabilidad, los síntomas pueden ser totalmente aleatorios e impredecibles y las causas son difíciles de ubicar de forma rápida y simple.Históricamente ha habido problemas cuando un dispositivo no se lleva bien con algún modelo específico de placa base u otro periférico presente en el sistema.
En el apartado del software, cuando existe una incompatibilidad entre algún controlador y el sistema operativo o, por ejemplo, entre un sistema operativo y una aplicación, o bien entre dos aplicaciones, se liberan parches, actualizaciones o nuevas versiones que corrigen estos problemas.
En el mundo del hardware, la situación no fue siempre así. Podríamos decir que es más complejo encontrar la solución, y en ciertos casos no se da con ella hasta reemplazar uno de los dispositivos no compatible con otro.
Pero, por suerte, desde hace unos cuantos años atrás, una gran cantidad de dispositivos hardware poseen firmware, y gracias a estas memorias es posible actualizar y, por ende, corregir errores, agregar funciones y eliminar incompatibilidades. Los fabricantes de hardware, en sus respectivos sitios web, publican actualizaciones de firmware para sus productos según sea necesario.
Una actualización de Firmware, ya sea de un dispositivo normal o del mismo motherboard (elemento en el cual el firmware es llamado BIOS) siempre entraña riesgos ya que ante un corte de energía o falla durante la actualización el dispositivo quedará completamente arruinado, y la reparación no es simple.
Otra clase de fallas bastante complejas de detectar. Además, son las que más tiempo demandan hasta descubrir la causa. Esto se debe a que es muy poco probable encontrar una falla cuando esa falla no está. Es común que al cabo de un tiempo –horas o días– el problema vuelva a manifestarse, para luego, desaparecer por otro lapso.
En la mayoría de estos casos debemos apuntar tanto a fallas mecánicas como a problemas relacionados con falsos contactos en placas y circuitos. Revisar con detenimiento los circuitos de una placa de expansión o motherboard pueden mostrarnos una pista cortada o algún componente electrónico con una mala soldadura o a punto de desconectarse, problemas que llevan a fallas. La suciedad en los zócalos también puede afectar la comunicación permanente entre el motherboard y la memoria, el procesador y las placas de expasión.
La humedad y el calor juegan un papel importante en este tipo de desperfectos discontinuos, los cuales pueden ser causales directos del problema. Problemas por falta de requerimientos En numerosas ocasiones los usuarios suelen rezongar contra sus computadoras y periféricos por el deficiente o nulo funcionamiento o por su lentitud, para luego de buscar el origen de esas molestias, caer en la cuenta de que no se cuentan con los requerimientos mínimos para que un sistema operativo o dispositivo funcione en sus equipos.
Justamente, lo primero que se debe tener en cuenta al adquirir un nuevo software o dispositivo hardware son los requerimientos mínimos que necesita para funcionar en nuestra computadora. Y, sobre todo, prestarle atención a los dos parámetros más importantes: tipo y frecuencia del procesador y memoria RAM necesaria. Son problemas que se solucionan con una actualización del equipo o simplemente una ampliación de memoria RAM, en la mayoría de los casos.
muy buena informacion (y)
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